miércoles, 11 de agosto de 2010

La radio como herramienta pedagógica.


Por: Jenny Rocío Salinas Atuesta.
        
Para comenzar a desarrollar un proyecto pedagógico en el que esté presente no solo la radio sino los medios de comunicación en general, es necesario que los docentes se apropien de la Comunicación Educativa,  como la provisión de estrategias y métodos tendientes a desarrollar la competencia comunicativa de los educandos, desarrollo que supone la generación de vías horizontales de interlocución e intercomunicación[1].

A la radio hay que concebirla como una estrategia de Comunicación Educativa que de apertura a esas vías horizontales de interlocución e intercomunicación, imprescindibles en el proceso enseñanza –  aprendizaje.

El uso de la radio en el proceso de enseñanza pretende desde esta concepción afianzar el análisis y la reflexión, estimular la participación activa de los estudiantes y proveer de espacios para fomentar el dialogo y la expresión de tal forma que se pueda  “dar lugar a la expresión personal de los sujetos educandos, desarrollar su competencia lingüística, propiciar el ejercicio social mediante el cual se apropiarán de esa herramienta indispensable para su elaboración conceptual y, en lugar de confinarlos a un mero papel de receptores, crear las condiciones para que ellos mismos generen sus mensajes pertinentes con relación al tema que están aprendiendo”[2].

Desde esta premisa es importante señalar que los docentes deben ir asociando aspectos de la comunicación educativa en su trabajo, indispensables en el mundo actual e imprescindible en la enseñanza, para producir programas radiales orientados a sus estudiantes de tal forma que se haga ameno el proceso de enseñanza.

Cuando especialistas como Kaplún aseguran que se ha ido perdiendo conciencia del alcance del dialogo como componente necesario del accionar educativo, y que éste se ha sustituido por el paradigma informacional, es preciso pensar con mayor insistencia en el uso de la radio como elemento para buscar mayores acercamientos entre los estudiantes y profesores mediante la utilización de una comunicación de mayor alcance.

En la comunicación directa y abierta que ofrece la radio, el lenguaje, está en primer orden como lo reafirma Kaplún al hacer alusión a lo vital que éste resulta para asimilar y aprender: “en todas las modernas teorías del aprendizaje, el lenguaje desempeña una función imprescindible: un aprendizaje comprensivo culmina con la adquisición e incorporación por parte del educando de los símbolos lingüísticos representativos de los conceptos adquiridos”[3].

“La relación entre pensamiento y palabra es un proceso viviente: el pensamiento vive a través de las palabras. Una palabra sin pensamiento es una cosa muerta y un pensamiento desprovisto de palabras permanece en la sombra”[4].

Según Kaplún, las indagaciones psicogenéticas de Vygotsky han revelado el papel capital del lenguaje en el desarrollo de las facultades cognitivas: “El desarrollo del pensamiento está determinado por el lenguaje (...) El desarrollo de la lógica es una función directa del lenguaje socializado (...) El crecimiento intelectual depende del dominio de los mediadores sociales del pensamiento, esto es, del dominio de las palabras. El lenguaje es la herramienta del pensamiento”[5].

¿Cómo logra el sujeto educando su competencia lingüística, esto es, el dominio y la apropiación de esa herramienta indispensable para construir pensamiento y conceptualizar sus aprendizajes? La respuesta se halla nuevamente en el investigador ruso cuando asevera que “las categorías de estructuración del pensamiento proceden del discurso y del intercambio” mediante los cuales el ser humano se apropia de esos símbolos culturalmente elaborados -las palabras- que le hacen posible a la vez comunicarse y representar los objetos, vale decir, pensar”[6].

A esa misma doble función del lenguaje alude Bruner cuando resalta su naturaleza bifrontal: “es un medio de comunicación y a la vez la forma de representar el mundo acerca del cual nos comunicamos. No sólo transmite sino que crea y constituye el conocimiento”[7].

El lenguaje, materia prima para la construcción del pensamiento e instrumento esencial del desarrollo intelectual, se adquiere, pues, en la comunicación, en ese constante intercambio entre las personas que hace posible ejercitarlo y de ese modo apropiárselo. Pensamos con palabras; mas la adquisición de las palabras en un hecho cultural, esto es, un producto del diálogo en el espacio social. Ese instrumento imprescindible que es el acervo lingüístico sólo se internaliza y se amplía en la constante práctica de la interlocución[8].


La oportunidad de expresar, es lo que realmente da lugar a la formación de conceptos, como lo sustentan varios teóricos: Desde lo metodológico, hay otra consecuencia importante de esta relación entre aprendizaje y ejercicio de la expresión. El postulado podría enunciarse así: cuando el sujeto educando logra expresar una idea de modo de que los otros puedan comprenderla, es cuando él mismo la comprende y la aprehende verdaderamente. Comunicar es conocer. El sentido no es sólo un problema de comprensión sino sobre todo un problema de expresión (Gutiérrez & Prieto Castillo, 1991; Serrano, 1997). Se llega al pleno conocimiento de un concepto cuando se plantea la oportunidad y a la vez el compromiso de comunicarlo a otros. Los educadores lo experimentamos permanentemente: cotéjese el grado de apropiación de un conocimiento que teníamos cuando, en nuestro período de formación, estudiábamos para nosotros mismos y el incomparablemente mayor que alcanzamos cuando debimos transmitir esas mismas nociones a nuestros alumnos de un modo claro, organizado y comprensible.

Kaplún afirma en esta exposición sobre procesos educativos y canales de comunicación que lo que definirá en buena medida la concepción de Comunicación Educativa por la que se opte en los años venideros, será el valor que ésta le asigne a la formación de la competencia comunicativa de los educandos[9].

El desarrollo de la competencia comunicativa de los sujetos actuantes aparece como un factor altamente necesario y gravitante; como lo es asimismo para la participación política y social[10].

Kaplún, deja ver de otro lado que es necesario que haya una verdadera integración de grupo y la creación de espacios de interacción para que los estudiantes construyan conocimiento mediante el dialogo, la discusión, el análisis, las reflexiones y las concepciones que surjan dentro de un tema. “Como el espacio generador de la socialización y posibilitador de las interacciones grupales,, apreciadas como un componente básico e imprescindible de los procesos educativos”[11].

Sobre este mismo aspecto, el teórico alude a lo señalado por Bruner, indicando que “si la reflexión es indudablemente una fase vital en todo auténtico proceso de aprendizaje, ella, “es mucho más fácil de iniciar en compañía que en soledad”. Y eran tanto sociopolíticos como pedagógicos los fundamentos que llevaron a Paulo Freire a postular que “el grupo es la célula educativa básica”[12].

Y finaliza sustentando la efectividad en el proceso de enseñanza mediante el trabajo en grupo, haciendo referencia a “los aportes metodológicos de Freinet, centrado en el intercambio de productos comunicados entre los alumnos, organizados en redes de interlocución, como marco propicio para el desarrollo de la autoexpresión de los escolares, el constructivismo sociointeraccionista de Vygotsky y Bruner, para quienes el aprendizaje es siempre un producto social. “Aprendemos de los otros y con los otros””[13].

LA RADIO EN LOS PROCESOS EDUCATIVOS

La pedagogía de la comunicación, cumple un papel de primer orden en los distintos procesos educativos donde intervienen los medios de comunicación y por eso es imprescindible su abordaje en este análisis,  donde particularmente me refiero a la importancia y al servicio que pueden prestar a la comunidad estudiantil las Emisoras Universitarias enmarcadas dentro de un contexto pedagógico.

La Pedagogía de la Comunicación, es considerada “área emergente que entiende el labor pedagógico como un acto comunicativo e integrador, resulta sistematizada y utilizada por Gutiérrez, Penteado y Porto.  Buscan que los sujetos escolares se conviertan en consumidores activos, libres, responsables y críticos de los medios de comunicación a través de diferentes formas de expresión creativa”[14].

En este análisis hay teorías como la de Mario Kaplún, quien “supone considerar a la Comunicación no como un mero instrumento mediático y tecnológico sino ante todo como un componente pedagógico.  En tanto interdisciplina y campo de conocimiento, en la comunicación educativa así entendida convergen una lectura de la pedagogía desde la comunicación y una lectura de la comunicación desde la pedagogía”[15].

Educarse es involucrarse en un proceso de múltiples flujos comunicativos.  Un sistema será tanto o más educativo cuanto más rica sea la trama de interacciones comunicacionales que sepa abrir y poner a disposición de los educandos.  Una vez más, la cuestión estriba en la estrategia comunicacional que presida su uso[16].

Kaplún advierte que en lo que incumbe al empleo de medios en la educación, bienvenidos sean, en tanto se los aplique crítica y creativamente, al servicio de un proyecto pedagógico por encima de la mera racionalidad tecnológica;  como medios de comunicación y no de simple transmisión;  como promotores del diálogo y la participación, para generar y potenciar nuevos emisores más que para continuar acrecentando la muchedumbre pasivos receptores.  No tanto, en fin, medios que hablan, sino medios para hablar [17].

Desde esta perspectiva, Tania María Porto, de la Universidad Federal de Pelotas, Brasil, en su publicación No. 8 “Glosas Didácticas”, intitulada, “La Escuela, los Alumnos y los Medios en una Pedagogía de la Comunicación, indica que la Escuela, en su papel conservador, ha ignorado la existencia de los medios de comunicación.  Surge así la necesidad de una pedagogía que establezca la comunicación escolar con los conocimientos de los sujetos escolares[18].

Haciendo alusión a lo escrito por Kenski,  Tania María Porto, indica que “los alumnos aprenden en diferentes situaciones y hoy, principalmente, por las relaciones que establecen con los medios, fuera del espacio escolar.  Para nuestros alumnos, por ejemplo, el maestro ya no es la única  ni la principal fuente de información.  Ya llegan a la escuela sabiendo muchas cosas oídas en la radio, vistas por televisión, anuncios, informes de mercado y Shopping Centers que visitan desde pequeños. Los alumnos están acostumbrados a aprender a través de los sonidos, los colores, las imágenes congeladas (de los anuncios, diarios y revistas) y las imágenes en movimiento (de las películas y programas televisivos)  El aprendizaje se procesa por el intercambio entre lo racional y lo afectivo”[19].

Porto,  dice que frente a un mejor aprovechamiento de la radio como soporte pedagógico hay que vincular a la escuela con los medios, es necesario que la relación de la escuela con los medios se encamine hacia un abordaje pedagógico que tenga como meta legitimar una ideología democrática de la educación, volviendo significativo el proceso de enseñar y aprender.  Los medios (entendidos como medios de comunicación) y la escuela, son instituciones organizadas de la sociedad y reconocidas como instancia de esparcimiento (medios) e instancias de saber y conocimiento (escuela), entrecruzándose por la reproducción cultural”[20].

Los medios de comunicación, hacen parte activa del desarrollo en todos los campos, pero están ligados al discurrir educativo y cultural de nuestras gentes. “La mayor parte de lo que captamos y aprendemos fuera del aula, nos llega de la radio, la televisión, la prensa y los medios electrónicos. El estudiante convive con dos realidades: una, teniendo que seguir los parámetros propuestos y exigidos por una escuela reproductora, y otra, asistiendo a través de los medios electrónicos y de comunicación a una visión dinámica y estética de la sociedad, cuya cultura está en constante efervescencia”[21].

Es por eso, que Porto, propone “una pedagogía que establezca comunicación escolar con los conocimientos con los sujetos considerando los medios de comunicación. Dialogamos con los medios en vez de hablar de los medios. La escuela, es así concebida para la comunicación. Comunicación entre los sujetos de la escuela (profesores y alumnos) y de sus saberes (que actualmente se originan en gran parte en los medios de comunicación) y la comunicación de estos sujetos a partir de la relación entre sus saberes y el saber universal, y el saber científico reconocido y representado por el profesor en el aula”[22].

ESTUDIANTES Y PROFESORES FRENTE A LOS MEDIOS

Ahora bien, los resultados de estudios realizados por especialistas respecto de la incidencia de los medios de comunicación en los estudiantes para asimilar las distintas situaciones que convergen en el mundo que los rodea, hablan por sí solos:  Penteado, Witter, Fischer y Porto presentan datos que muestran la gran relación de los estudiantes con los medios de comunicación en los cuales se concluye que los estudiantes de hoy, “ya nacieron bajo la influencia de los medios de comunicación y consecuentemente, crearon otros códigos para entender y vincularse con el mundo”[23].

Mientras que en el caso de los docentes, los estudios demuestran que la mayor parte de ellos, no hacen uso de los medios de comunicación como elementos pedagógicos, en una investigación adelantada por Tania María Esperon Porto, en 1998 se logró establecer “que los medios de comunicación, a pesar de formar parte de la vida cotidiana de los profesores, no parecen en sus conversaciones como objeto de estudio o de trabajo.  Surgen esporádicamente en comentarios aleatorios sobre acontecimientos mostrados por la televisión y comentados por alumnos en las clases”[24].

LA RADIO COMO APOYO A LA EDUCACIÓN VIRTUAL Y ABIERTA Y A  DISTANCIA

Desde la perspectiva planteada por Kaplún en donde el dialogo “Insensiblemente, sin pregonarlo, ha sido desplazado y sustituido por el paradigma informacional”,  la Radio es el medio para crear una comunicación “bidireccional”  que sustituya en buena parte la ausencia del educando en el aula virtual que reclama una comunicación de doble vía para garantizar un mayor aprendizaje.  Sobre el particular hay que tener en cuenta que “especialistas explicitan los flujos comunicacionales del sistema, los definen en términos de bidireccionalidad, por la que entiende exclusivamente “una comunicación organizada de ida y vuelta entre el estudiante y la organización de apoyo” (Holmberg),  esto es, la existencia de “medios de contacto entre el estudiante y su supervisor”[25].

Frente a esta situación la radio aparece nuevamente como una alternativa en el proceso de Educación Abierta y a Distancia, para suplir el escaso contacto entre los estudiantes y profesores, expuesto por Sarramona quien  coincide en reconocer la inviabilidad de establecer a distancia en forma fluida y frecuente esta comunicación bidireccional docente/discente.  El “aula virtual” instituye un educando que estudia sin ver a nadie ni hablar con nadie; y que, privado de interlocutores, queda confinado a un perenne silencio.

La radio con enfoque pedagógico, es la respuesta más clara  frente a lo que nos corresponde hacer para lograr la comunicación de persona a persona  que le hace falta a la Educación Abierta y a Distancia, y mucho más si tenemos en cuenta planteamientos tan evidentes como los de Sarramona: “el estudiante sólo se comunica y dialoga consigo mismo”);  y quien pregunta:  ¿qué canales le provee el sistema para ejercitar su propia expresión? Esto es, ¿qué espacio le es ofrecido para ser él a su vez leído y escuchado, para dialogar con sus compañeros de navegación, enriquecerse con sus aportes y compartir y confrontar su propio pensamiento?   A juicio de este teórico serían “solo seres  tecnológicamente hipercomunicados pero socialmente aislados. Porque las más de las veces se está entendiendo por tal el ida-y-vuelta que se establece entre el ser humano y la máquina y no entre personas”[26].

Desde luego que la radio universitaria no es la panacea,  ni el único medio para acabar con el “silencio” que plantean especialistas en el sistema de Educación Abierta y a Distancia, y Virtual,  pero sí un gran apoyo para  que los estudiantes de Educación Abierta y Distancia se hagan partícipes en una comunicación de ida y vuelta con programas radiales encaminados al logro de ese objetivo. Desde ningún punto de vista quiero desconocer el alcance de las tecnologías de la información, en el proceso de formación, pero sí desde mi concepción personal, reconocer la efectividad de la radio en un proceso tan importante como es la educación que demanda estrategias de comunicación para obtener mayores logros en la enseñanza.

La Radio Universitaria es el elemento indispensable que le hace falta a la Educación Virtual y a Distancia,  a la que se le han hecho reparos por tratarse un proceso individualista y muy personal que pone limites para un mejor desarrollo en el aprendizaje que se logra tan solo cuando hay una interacción y una participación del estudiante con el profesor y con el grupo de trabajo, según lo afirmado por Kaplún.


LA RADIO EN LA EXTENSIÓN Y LA INVESTIGACIÓN

En la docencia, la investigación y la extensión es necesario contar con las emisoras como ayuda en el proceso de formación de los educandos fuera del aula de clase,   mediante la generación de espacios radiales donde tengan cabida conceptos y opiniones distintas a las de los actores tradicionales, es decir estudiante – profesor.   Es fundamental conocer otros puntos de vista para que los estudiantes adquieran una mayor visión y de esta forma puedan por sí solos o mediante una orientación directa despejar sus inquietudes y adquirir un conocimiento más amplio.

Se requiere reunir a especialistas en diferentes áreas alrededor de programas donde el estudiante y la audiencia en general tengan cabida directa a través de la línea telefónica o el correo electrónico para buscar respuesta a sus inquietudes.

Mediante la producción de espacios radiales de alto contenido, los docentes pueden reforzar el proceso de formación educativa en las Universidades. Los programas deben hacerse de forma didáctica, procurando dejar espacios para que los estudiantes y la comunidad en general puedan participar, para hacer sus aportes y para dar a conocer su opinión o punto de vista. Hay que recoger opiniones de diversa índole, incluida la de especialistas y expertos en los temas que se aborden.

Con el conocimiento de la academia y el aprovechamiento del material de audio que se encuentra en las señales satelitales y en las emisoras internacionales de corte científico, cultural, educativo e investigativo las cuales se pueden bajar de Internet, los docentes pueden producir programas radiales muy interesantes para sus estudiantes.  Es importante reforzar los programas radiales incluso con el audio de las telé y audio conferencias e integrándose con profesores de otras Universidades para reforzar ese trabajo.

Es importante que el montaje de los programas se haga con el acompañamiento de los estudiantes, pero teniendo muy en cuenta la orientación de los profesionales de la comunicación, por lo menos, mientras los docentes van adquiriendo o desarrollando la competencia en ese campo de las comunicaciones.
En este tipo de realizaciones es indispensable contar con el conocimiento de la comunidad, mediante la realización de entrevistas radiales.
Para que los estudiantes vayan adquiriendo dominio por sí solos de los temas, es fundamental asignarles tareas, funciones y responsabilidades en cada uno de los programas que se estén emitiendo.

Se requiere igualmente que los docentes produzcan material escrito y gráfico para orientar a sus estudiantes y hacer un mejor acompañamiento respecto al programa que se esté realizando.

Como estrategia para lograr una comunicación abierta y participativa entre docentes y estudiantes de diferentes instituciones de educación superior, hay que acudir necesariamente a esos canales de doble vía que la radio ofrece para que confluyan todas las opiniones y las experiencias y donde el punto de encuentro sea el programa radial con la presencia ya sea física, virtual, telefónica de los estudiantes como oyentes o como partícipes en el estudio de radio, alrededor de diversos temas.  Para el logro de este propósito es necesario realizar programas especializados orientados por docentes o comunicadores con dominio pedagógico.

Otra estrategia a la que se puede acudir es el aprovechamiento de las redes de emisoras universitarias y su integración técnica para producir y transmitir en simultánea programas especializados de alto contenido, buscando que el estudiante se sienta parte de ellos.

Los convenios con universidades nacionales y extranjeras para el intercambio de material educativo y la realización de espacios radiales con incentivos para promover la investigación en todos los campos del desarrollo, se pueden sumar a la serie de estrategias para reforzar los conceptos impartidos en el aula por el docente.

En la investigación, la radio puede contribuir mediante la práctica de trabajo de campo de los estudiantes asignándoles tareas de reporteros, de tal forma que vayan a los lugares a explorar y a conocer de primera mano todo aquello que pueda contribuir a obtener unos mayores logros en su trabajo de investigación.

Hay que involucrar a los estudiantes en la parte activa de los problemas para comprometerlos en soluciones y ayudarlos a descubrir cosas nuevas, mediante un diálogo abierto con la mayor parte de fuentes posibles a través de la radio, para analizar desde su propia perspectiva lo que hay más allá de lo que todos conocemos.

Recogiendo los saberes de la gente fuera de la universidad, también se contribuye a la investigación, para lo cual es necesario acudir a todo tipo de experiencias y vivencias a través del diálogo radial.

Hay que planear un trabajo conjunto entre los estudiantes y los docentes donde todos se comprometan a aportar algo nuevo en la investigación, mediante la búsqueda de cosas nuevas.

En la Extensión, las emisoras universitarias, pueden convertirse con una buena orientación,  en una gran ayuda no solo mediante la producción de programas de alto contenido educativo, científico e investigativo, sino integrando a la comunidad estudiantil y en general alrededor de propósitos y compromisos.

La radio no solo es un gran apoyo en lo académico e investigativo, sino una gran herramienta para promover todos sus programas, políticas académicas, proyectos y gestión.

Además de todos los alcances expuestos,  las Emisoras Universitarias pueden reforzar y hacer acompañamiento a los programas que hagan parte del sistema de créditos académicos que fue adoptado mediante Decreto 808 del 25 de abril de 2002 del Estado Colombiano, “Unidad de medida del trabajo académico de los estudiantes”[27]; que para algunos estudiantes se ha convertido en una amenaza porque suponen que con la aplicación de esta política educativa se va a ampliar mucho más “la brecha”, con sus profesores.  Esa supuesta "brecha", se puede reducir con espacios radiales que orienten y den luces claras a los estudiantes sobre los temas que les corresponda.

Dentro de este contexto, la radio puede convertirse también en un elemento importante de interacción dentro del modelo de los “Créditos Académicos”[28], para estimular el trabajo de los estudiantes,  y si cabe la expresión, suplir la ausencia de los maestros dentro del escenario tradicional.
La radio universitaria, de otro lado,   puede aprovecharse como un recurso importante para la divulgación y promoción de los programas académicos con miras a obtener un mayor respaldo dentro del proceso de acreditación y reconocimiento de alta calidad que hace el Consejo Nacional de Acreditación.  Si  las apreciaciones de Kaplún son tan válidas en el sentido de que la educación está adquiriendo “menos conciencia del alcance del dialogo como componente necesario del accionar educativo”[29],  se debe insistir en la radio con componentes pedagógicos.
Desde otra perspectiva, las emisoras universitarias juegan un papel trascendental como soporte para dinamizar los procesos de flexibilidad curricular lo cual “implica que las instituciones de educación superior deben ampliar, en los grados en los que consideren, las opciones de escogencia que ofrecen a los estudiantes en lo que se refiere a programas de formación, cursos, actividades académicas, estrategias de aprendizaje y tecnologías educativas, jornadas, ciclos de formación etc., y hacer de la flexibilidad en lo curricular y lo pedagógico el principio regulativo básico para el logro de la formación profesional integral”[30].

Incluso para romper las fronteras de lo pedagógico, las emisoras universitarias pueden ir mucho más lejos, transmitiendo conferencias, simposios y seminarios ya que actualmente este tipo de eventos no trasciende más allá de un auditorio o de un grupo de personas muy reducido. Por supuesto que con un mejor manejo, aprovechamiento y acompañamiento de un docente,  estos eventos podrían propagarse a través de las ondas hertzianas de una estación de radio universitaria para llegar a centenares de miles de oyentes.

Por la capacidad académica  y su amplia trayectoria pedagógica, las Universidades pueden liderar procesos para la producción de programas de capacitación que lleguen a través de la radio u otros medios  a funcionarios oficiales y privados en distintos temas.  Esta iniciativa puede ser fortalecida con convenios y alianzas con instituciones de Educación Superior y entidades como el Servicio Nacional de Aprendizaje y la Escuela Superior de Administración Pública.


Hay que fomentar espacios de análisis alrededor de temas de interés nacional e internacional que orienten a las audiencias con elementos de juicio que les permita tener una visión clara de los que está sucediendo.
La radio universitaria, es un medio  inmediato y un elemento de primera necesidad para difundir todos los programas académicos, políticas académicas y gestión de la Universidad.

Por la gran gama de oportunidades que la radio ofrece, en las emisoras universitarias se pueden desarrollar todos los géneros periodísticos y los formatos radiales conocidos.  Desde los noticieros;  programas de opinión, análisis y reflexión;  magazines;  musicales;  crónicas; programas especializados;  espacios de debate; programas culturales y recreativo

1. 5 LA RADIO COMO ELEMENTO PARA LA CONVIVENCIA Y LA DEMOCRACIA

Desde la Universidad con la ayuda de la radio debemos comenzar a construir un proyecto que propenda por la cultura de la paz y la reconciliación. Los logros obtenidos en varios países por el trabajo de la radio y sus campañas nos muestran que éste es un gran medio para la difusión de valores que conllevan a la formación de una verdadera iniciativa de convivencia y democracia.

En el momento actual, en que la radio, la televisión y la prensa escrita dedica buena parte de sus espacios a informaciones y realizaciones con un alto contenido de violencia, hay que acudir a programas y estrategias especiales encaminadas a la formación de valores ciudadanos y éticos que vayan creando una nueva cultura de paz en todos los escenarios donde se forman las personas del mañana. Los medios de comunicación no se pueden alejar de la realidad colombiana, pero si les asiste una gran responsabilidad en el tratamiento que le dan a las noticias.

Arleison Arcos Rivas, nos cuenta dentro de las experiencias de radio educativa y cultural, “que uno de los esfuerzos más significativos para contribuir a que en las escuelas se consoliden ejercicios radiales como instrumentos de reconfiguración y transformación del conflicto y la convivencia escolar es el ejercicio realizado por el proyecto cultura de paz producido por UNICEF y Radio Neadherland, el cual consistió en la elaboración de material visual, de audio y en multimedia para que las escuelas pudiesen contar con una colección de cuentos en los que se exaltan la tolerancia, la paz, la honestidad entre otros, como valores que posibilitan redifiniciones sociales democráticas. Del mismo modo, el proyecto RADIPAZ, Red Latinoamericana de Radios para una Cultura de Paz, cuyo objetivo principal es “contribuir a promover la cultura de la paz, el conocimiento recíproco y la integración de los países de América Latina, mediante acciones concertadas y conjuntas a través de la producción y difusión radiofónica en sus distintos géneros y modalidades conformando para este fin una red de estaciones de radio.[31]

LA RADIO UNIVERSITARIA FRENTE A LOS DEMÁS MEDIOS

No puede quedarse rezagada. Su desarrollo tiene que estar a la par con la evolución tecnológica y su función social debe prevalecer siempre.  Debe asumir con inmediatez y cobertura los grandes retos en lo informativo, científico y cultural, promoviendo convenios con Emisoras de su género y Universidades del país y del exterior para el intercambio de material que pueda resultar útil para los oyentes. Igualmente hacer alianzas con estaciones de radio internacional para el enlace de programas de contenido científico mediante señal satelital, internet o producciones pre grabadas.



La cobertura hay que extenderla a otras regiones del país, mediante la conformación de una cadena de emisoras universitarias que le permita hacer enlaces e integración nacional para proyectarse de una forma más amplia.

Para estar bien sintonizados, las emisoras universitarias deben tener su señal en la Internet y crear sus correos electrónicos con el fin de que los oyentes puedan hacer sus comentarios, sugerencias, solicitudes y aportes que sean del caso a los productores de cada uno de los espacios que se difundan.

Las emisoras universitarias deben contar con una base de datos de sus estudiantes para informarles oportunamente sobre la transmisión de programas especiales que les pueda interesar.

De igual forma es muy importante que la radio universitaria tenga su página WEB, para estar al día en materia de información y programación, propiciando la participación interactiva de sus oyentes, a través de distintas iniciativas.

LA RADIO EN LO CULTURAL

Debe responder a todos los principios, normas y demás disposiciones del Estado.  “La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad.  El estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país.  El Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la Nación”[32].

Hay que vincular a la comunidad en general a través de espacios que permitan recoger sus saberes populares para estudiarlos y desarrollarlos de acuerdo a su cultura.

Detrás de todo proyecto de investigación hay que tener en cuenta el conocimiento de la comunidad.  Que mejor que las vivencias de la comunidad para poder hablar con propiedad de las costumbres y los modelos de desarrollo. La propia comunidad puede hacer valiosos aportes ayudando a formar más conocimiento.

Hay que fomentar la integración de las comunidades mediante la participación directa y abierta con eventos que fomenten el talento en el ámbito cultural. Una buena experiencia que valdría la pena retomar, es el montaje de espectáculos en radio teatros, auditorios y espacios al aire libre con transmisiones en vivo donde obviamente tenga participación directa la comunidad.

Debemos propender desde la Universidad por un mejor reconocimiento y protección de nuestras etnias, promocionando su riqueza cultural ante la comunidad en general, para que sea respetada y rodeada de todas las garantías de supervivencia.

Hay que crear más espacios para destacar a sus gentes y a promocionar el potencial y la riqueza de las poblaciones en sus distintas áreas del desarrollo. Habría mucho que hacer en este campo en la reconstrucción cultural de estos grupos sociales, con el conocimiento de expertos vinculándolos a programas radiales.

La música, dentro del contexto cultural juega un papel decisivo. Así las cosas debemos dedicar espacios para difundir los distintos géneros, compositores e intérpretes de nuestro país y por supuesto del exterior.

1. 8  LA RADIO Y SU SERVICIO A LA COMUNIDAD

Es necesario realizar programas especializados en grandes temas de interés para orientación de la comunidad en general.  En este tipo de espacios es fundamental la participación activa de la academia, que con su conocimiento y experiencia puede coadyuvar a la solución de las distintas problemáticas.   Hay  espacios que se realizan por estudiantes que se aproximan  a este propósito y que por su puesto pueden superar las expectativas en la medida en que vayan adquiriendo cada vez más conocimiento.

Las emisoras universitarias se deben convertir en puentes de comunicación entre la comunidad y los representantes de las entidades del gobierno para plantear sus necesidades más apremiantes.   En este sentido hay que vincular con mayor ahínco a funcionarios de entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Comisarías de Familia, Defensoría del Pueblo, Personerías, Procuraduría, Fiscalía General de la Nación,  Policía Nacional y a otros sectores como la Iglesia, Las Organizaciones No Gubernamentales,  Cámaras de Comercio, Acciones Comunales y Asociaciones Cívicas para que atiendan las inquietudes de la comunidad y aporten soluciones a la problemática que enfrentan.

No podemos descuidar los programas de opinión sobre temas de palpitante actualidad.  Los noticieros  deben tener el propósito de formar más que de informar, abriendo espacios para el análisis y la investigación, procurando entregar distintos puntos de vista sobre los temas que se aborden y si es del caso generar debate vinculando la participación de estudiantes y audiencia en general.

Desde luego que las emisoras universitarias también pueden brindar asesoría y orientación a sus audiencias con la puesta en marcha de programas de ese género.

MODELOS DE RADIO EDUCATIVA EN COLOMBIA

Hay que destacar que aunque se han desarrollado proyectos importantes de Radio Educativa en Colombia, no podemos mencionar ninguna experiencia de Radio Universitaria con componentes pedagógicos, ni donde la comunicación educativa se haya puesto en práctica con todos sus alcances y beneficios en las Emisoras Universitarias.

Recordemos que aquí en Colombia uno de los proyectos que contribuyó a la formación de conocimiento y valores de nuestra comunidad en la educación primaria y básica secundaria fue “la Cadena Sutatenza de Colombia y sus Escuelas Radiofónicas  de Acción Cultural Popular”,  que lideró por muchos años el programa de Educación Fundamental Integral dirigido al sector rural de la población.

Fue un modelo en el que se formaron a millones de campesinos.  “Una Escuela Radiofónica era un pequeño grupo de personas a menudo miembros de una misma familia, o vecinos cercanos quienes diariamente se reunían en una de las casas de los alumnos para escuchar las clases radiales.  La escuela era manejada por un auxiliar inmediato,  un miembro de la comunidad local, que por lo general tenía un poco más de educación formal que sus vecinos y que voluntariamente  organizaba una Escuela Radiofónica.  Sus obligaciones propias eran  ayudar a promover las inscripciones, organizar un sitio regular de reuniones, obtener un radio para las clases, ver que los estudiantes asistieran regularmente y a tiempo, sintonizar el radio en la estación adecuada, ayudar a los alumnos durante la clase radial siguiendo las instrucciones del profesor locutor, motivar la discusión después de clase y tener un juego de cartillas”[33].

Este trabajo fue complementado con publicaciones y el acompañamiento del auxiliar inmediato de Acción Cultural Popular que desempeñaba el papel de agente educativo.  Este modelo podría ser adoptado para facilitar la labor de los estudiantes con un tutor.  Recordemos que el auxiliar inmediato de las Escuelas Radiofónicas  “era la persona que dentro de un contexto organizado establecía una interacción intencionada y directa con uno o varios usuarios de la cual se deriva algún tipo de aprendizaje.    Se supone,  pues al Agente Educativo, en interacción directa con un grupo de usuarios, es decir, en interacción permanente cara a cara.  Se supone, además que esa interacción es intencionada, es decir, que existe conciencia de fines (intencionalidad) de parte de quien algo enseña, Agente Educativo, y de quien algo aprende, el usuario u oyente”[34].

LA RADIO UNIVERSITARIA EN PAÍSES DE AMÉRICA

Como ya lo exprese en uno de los apartes de este escrito, no hay en Colombia, ni en países de América, emisoras universitarias que su misión, encierren un fin pedagógico, eminentemente.  De hecho hay varias estaciones radiales que dedican grandes espacios a la realización y difusión de programas especializados donde se analizan temas de interés general y se imparte conocimiento, sobre varios temas;  pero insisto, no hay antecedentes de un proyecto que haga parte del proceso enseñanza – aprendizaje, en las instituciones de educación superior, como el que hemos planteado en esta propuesta, con la participación activa y directa de la comunidad docente y estudiantil.

En un rápido recorrido por varios países, encontramos que más allá de las dificultades financieras que afrontan para subsistir, buena parte de las emisoras universitarias se han visto obligadas a someterse a los intereses de los dirigentes, políticos de turno y empresarios que defienden fines muy marcados.  Es obvio que esta falta de autonomía derivada de la dependencia financiera y de la carencia de una fuente propia de recursos, ha relegado los propósitos de que quienes tuvieron la iniciativa de sacar adelante proyectos de radio universitaria bajo la premisa educativa y cultural.

Prácticamente la mayor parte de la programación de estos medios radiales ha tenido que supeditarse a la preferencia de los particulares que  mantienen la mayor parte de la pauta publicitaria.  En un estudio realizado por Radio Nedherland de Costa Rica, se revela que  varias radio estaciones de este genero en México, se han convertido en emisoras comerciales, dejando de lado el principio fundamental que las creó.   Veamos este y otros aspectos.

Es sabido que las tendencias estatales deficitarias repercuten de manera inmediata en los recursos asignados por el gobierno federal a las entidades que otorgan servicios públicos y que la racionalidad de este gasto está también orientado por nuevas concepciones del quehacer de las universidades.  En este sentido, la abrumadora tendencia nacional sugiere que la asignación de recursos a la extensión y particularmente a la radio educativa y cultural no esta directamente relacionada con variables de eficiencia comunicativa o cumplimiento de las metas anuales, sino en todo caso, depende de criterios políticos, unipersonales y de disponibilidad de fondos, afectando la credibilidad que pueda lograrse en torno de estos procesos de planeación y evaluación [35]

Es decir, que los logros y avances tenidos en la gestión de recursos de los proyectos radiofónicos no genera, por sí, mayores estímulos a la actividad, sino todo lo contrario. A veces, hasta disminuyen.  ¿Cuáles serán entonces las posibilidades de  desarrollo  de  nuestras emisoras de cara a las reconversiones digitales y a los nuevos lenguajes multimedia sin mayores recursos?[36].

La institucionalidad, tan compleja y variable en la que se mueven las radios universitarias,  tiene también sus repercusiones importantes en los diseños programáticos de nuestras señales "al aire". Durante estos espacios de tiempo se distribuye una programación mixta basada en barras musicales y de programas hablados, tratando de lograr un equilibrio tanto en géneros como en formatos radiofónicos. No obstante, esta relación armónica solo se logra en un 30% puesto que el porcentaje restante corresponde a diseños de programación que tienen desequilibrios cargados a la programación musical, independientemente de lo que se diga en la dimensión política conceptual, como resultado de la carencia de recursos humanos y económicos que permitan aumentar la producción de programas hablados y de la poca eficacia de las redes nacionales de intercambio de programas.  3 de ellas, como Radio UNAM y Radio Universidad de Guadalajara y Radio Universidad Veracruzana son, quizás, las que más se acercan al balance con tendencias a aumentar los tiempos que destinan a la radio hablada [37].

Las barras de programas hablados también reflejan las condiciones de interpretación de los objetivos declarados institucionalmente y de la estructura productiva que los elabora. Así, los tiempos que se dedican a la información universitaria directamente relacionada con sus funciones sustantivas son menores a los que se dedican a temas de cultura general y de interés público.  En el caso, de los radioforos de Radio Universidad de Occidente y los noticieros de Radio Universidad de Puebla y R.U de Guadalajara que incluyen información universitaria dentro de espacios noticiosos generalistas y que aún cuando los temas de expresión sean, por ejemplo, juveniles, infantiles o familiares, vengan preñados de la óptica universitaria y de los conocimientos útiles para tales sectores. Lo que sí es evidente, es que la mayoría de las estaciones generan más programas de cultura general desde la perspectiva de los intereses directos de la sociedad que contenidos derivados de sus funciones sustantivas, a no ser que hablemos de la extensión de la cultura. Incluso, en algunas emisoras se tiene la percepción de que los programas institucionales son normalmente malos y sin interés y que hay que privilegiar los objetivos sociales de las estaciones en contra de sus objetivos institucionales[38].

El punto es muy interesante para la discusión pues confunde generalmente "programas institucionales" con espacios destinados a difundir la imagen de los altos funcionarios, sus comentarios administrativos o políticos, olvidando que pueden referirse fundamentalmente a contenidos derivados de la misión de las instituciones de educación superior que, en lo fundamental, tienen que ver con la ampliación de la cobertura de los servicios educativos, la divulgación de la ciencia y la extensión de sus servicios y la cultura[39].

La programación oscila entre perfiles de música clásica y bellas artes, como en Radio Universidad de Guanajuato, de Sonora y Guerrero o las emisoras con mayores índices de apertura a géneros populares como las de Aguascalientes o Sinaloa. En todos los casos la presencia de personal no asalariado destinado a procesos voluntarios de producción es notable, subrayándose los objetivos sociales de las emisoras en detrimento de las obligaciones específicas como la divulgación de la ciencia, la docencia y la extensión de la cultura de los servicios. En esto recae su alternatividad[40].

En monitoreos realizados al azar, identificamos que 21 estaciones universitarias mantienen, en lo general, ritmos lentos de transmisión, de voces pausadas, serias, con rupturas y silencios conocidos en el argot comunicativo como "lagunas" y largos espacios musicales sin que medie presentación o información alguna por parte de los trabajadores de la transmisión[41].

Este breve paseo por la dimensión discursiva de la radio universitaria y tecnológica nacional pone de relieve otros problemas si los conectamos con las otras dimensiones de que parte nuestro análisis[42].

Ideas tales como "fomentar corrientes críticas de opinión", "apoyar la divulgación de la ciencia y las funciones sustantivas" o "promover la educación abierta" no dejan de ser meras ilusiones en emisoras cuyo potencial de producción no les ha permitido contar con reporteros, analistas o redactores, divulgadores de la ciencia o expertos en educación a distancia o cuando la SEP no ha sido capaz de fomentar centros de producción radiofónica educativa y cultural, cuyos contenidos pudieran enviarse a través de los canales satelitales de EDUSAT de modo que suplieran este debilidades particulares[43].

Del mismo modo, las lecturas que los trabajadores de las radios han hecho de los documentos de la universidad, de las entidades inmediatas de las que dependen o de sus saberes tradicionales, permiten el diseño mayoritariamente empírico de perfiles comunicativos. En fin, que el análisis tendencial de lo que ocurre en las radios universitarias y tecnológicas en México partiendo de la base de que las tareas comunicativas pueden agruparse en tres dimensiones (político-conceptual, técnico-económica y discursiva), muestran un juego de tensiones, avances y retrocesos de gran complejidad[44].

La universidad, como institución, no tiene un proyecto específico derivado de su propia Ley Orgánica y sus organigramas, sino que se limita a recoger y apoyar las iniciativas de miembros destacados de su comunidad en el nombre de su importancia artística o cultural.  Su unidad está formada por productores no especialistas que, no obstante, han desarrollado con la práctica diferentes competencias comunicativas puestas al servicio de un colectivo que posee medios de producción radiofónica como instrumentos de intervención social o mejoramiento sociocultural, estableciendo relaciones no subordinadas tanto con cada uno de los miembros del equipo como con los receptores de los comunicados[45].

Otras variantes prácticamente desconocidas en la radio universitaria mexicana pero vigentes en otros países son la institucional mimética que ha puesto completamente a las emisoras dentro del mercado y ha variado su programación hasta volverse parecida a las radios comerciales existentes en la oferta radiofónica, manteniendo pequeños espacios de información institucional y la comercial estratégica que organizada mediante modos de producción privados e inserta completamente en el mercado de medios y publicidad, asume responsabilidades educativas y de servicio público[46].

La parcela menos competitiva y menos atendida, aquélla de explícitas intenciones educativas y culturales reñidas casi siempre con la tendencia de entretenimiento dominante, fueron el alimento principal de las radios universitarias. ¿Pueden ser estratégicas las programaciones si no contemplan la naturaleza de los contenidos y las gramáticas discursivas dominantes, encuentran la razón de su éxito e intentan modificar las estructuras o los nexos de éstas con determinados contenidos? ¿Priorizar los contenidos y géneros excluidos en garantía de acceso a grandes públicos a privilegio de lectura o decodificación de los educados?[47].

La experiencia de la BBC y de los modelos europeos han enfatizado el carácter generalista, plural y equitativo de las políticas de programación, pues entre sus objetivos está también funcionar como dinamizador de la calidad de la industria comercial. Es decir, que se conciben como inputs del sistema de medios y también como impulsores de una nueva cultura de medios de comunicación[48].

Tanto la experiencia norteamericana como la derivada de las políticas nacionales de comunicación basan su programación en la orientación complementaria: mientras que se acepta que las emisoras del mercado propongan géneros masivos, se exige que las estaciones de servicio público se deslinden ofreciendo lo que no tiene entrada en esas transmisiones[49].
Una de las fortalezas de la radio, según las enseñanzas de Brecht, que cobra aún mayor importancia en estos tiempos de la tecnología digital y la creciente interactividad favorecida por la rapidez y flexibilidad de las redes integradas, es la cercanía afectiva de los signos sonoros y las posibilidades de la comunicación biunívoca[50].

Los contenidos radiofónicos, entonces, deberán ampliar sus posibilidades de relación con las audiencias no solamente a través del mercadeo o las mediciones de la audiencia, sino y sobre todo a partir de las relaciones directas con sus públicos mediante la red telefónica, los servicios del correo e, incluso, de algunas experiencias del periodismo civil, de modo que se faciliten las relaciones entre hablante y oyente, fortaleciendo el pacto de la legitimidad del decir-oír en la radio[51].

ANTECEDENTES DE LA RADIO EN LA BÁSICA PRIMARIA Y SECUNDARIA

En nuestro país hay que tomar como ejemplo a la Radiodifusora Nacional de Colombia, que en materia de Educación realizó una excelente labor con su programa “El Bachillerato por Radio”, que contribuyó a atender las necesidades educativas de millones de personas y respondió a la amplia diversidad nacional desde el punto de vista regional, étnico, cultural y ambiental; principios básicos de su función.

El Bachillerato por Radio, fue una iniciativa que se desarrolló con la participación de docentes que impartían instrucción a través de una red de emisoras de la Radiodifusora Nacional de Colombia. Las clases eran debidamente preparadas y ordenadas de acuerdo al material impreso y guías de trabajo que previamente se distribuían entre los estudiantes que tenían que utilizarlas a diario para seguir el ritmo de cada tema.

Para que los estudiantes pudieran ejercitar todo la enseñanza transmitida, se incluían ejercicios en cada uno de los módulos escritos y en algunos casos desde las estaciones de radio, se programaban tareas donde el estudiante solo o en compañía debía realizarlas. Al día siguiente el tutor o profesor desde la radio, se encargaba de desarrollarla para que el estudiante siguiera paso a paso la forma correcta de ejecutarla y le sirviera no solo para comparara con lo realizado por él, sino para que despejara las dudas generadas.

El Bachillerato por Radio, fue un modelo educativo muy similar al utilizado por la Cadena Sutantenza de Emisoras, al que ya hice referencia en este ensayo.

Fuera de Colombia, vemos que de acuerdo con lo planteado por Arleison Arcos Rivas, en su ensayo sobre Radio Escolar, se menciona una serie de beneficios, en la educación primaria y básica secundaria, que se han aplicado proyectos de Radio Escolar, en algunos países de América y Europa, desde la óptica de que “hay que pensarse en las emisoras escolares como instrumentos de re-creación de la imagen institucional y, por lo mismo, concebir dicho medio como un potente vehículo de concesión congregación transgeneracional que alfabetice, tanto como identifique a la población joven, centro del proceso de aprendizaje formal. En un proyecto comunicativo escolar abierto y alternativo la emisora escolar resulta viable como instrumento propicio, pues, entre otras fortalezas, permite al interior del espacio escolar dinamizar las relaciones comunicantes entre docentes y estudiantes, dar contenido y forma juvenil al mensaje institucional, articular los valores y mensajes institucionales actualizándolos desde referentes juveniles, propiciar el debate y la reedición de los centros de la discusión escolar, realizar mejor la labor institucional de educar en la diferencia”[52].

Arleison Arcos Rivas, señala de otro lado que la experiencia española en ese sentido es muy rica, toda vez que “en los centros en que se ha puesto en marcha una emisora, sus responsables han constatado la enorme valides de la experiencia para, entre otras cosas: fomentar y reforzar el trabajo en equipo, potenciar la iniciativa y la capacidad creadora del profesorado involucrado en el proyecto, mejorar la expresión oral y escrita entre los estudiantes, aumentar de forma significativa el uso de la biblioteca, favorecer la integración del alumno aproximándolo a su entorno, desarrollar una nueva manera de educar: activa, abierta a la vida, democrática, crítica y solidaria, dinamizar la comunicación entre la comunidad escolar”[53].

Arcos Rivas, destaca la experiencia de Radio Paria como modelo muy interesante de Radio Escolar, indicando que "Fomenta el debate y la profundización en diversos temas a partir de una fórmula divertida. Estimula la comunicación oral, amplía el vocabulario… en definitiva, enseña a utilizar la voz. Incita a la reflexión y al respeto al interlocutor"[54].

Señala que “estas ventajas son posibles en un proyecto de comunicación escolar dinamizado por emisoras, desde la apertura de las instituciones educativas, en particular sus directivas, de manera tal que los jóvenes pueden encontrar en la radio escolar una herramienta comparativamente superior en la tarea de hacer “más juvenil” si se quiere el aprendizaje y la transmisión de mensajes más dinámicos, entretenidos, amenos, cercanos, contextualizados y no por ello perder lo que tengan de institucional, seriedad y trascendencia histórica – cultural”[55].

1. 12 MANEJO Y DIRECCIÓN

Frente a este tema, hay que citar elementos de la Gerencia Moderna y las Herramientas Gerenciales, aplicables a la producción de Medios de Comunicación dentro de las cuales está la Administración, la Gestión y la Gerencia que conllevan a una mejor organización de las Emisoras Pedagógicas y una adecuada orientación en beneficio de la comunidad regional y nacional, que reclama su participación y representación en aquellos medios que ejercen gran influencia en las decisiones, estilos de vida y cultura de los pueblos.

De acuerdo con la teoría del docente y especialista, Edgar Ibarra Ayerbe, “es necesario tener capital humano altamente calificado y cualificado para el desarrollo del subsector productivo de medios de comunicación, en la organización y dirección de la sociedad, con el deseo de hacer empresa, con una nueva visión sistémica del compromiso social y empresarial y de la gerencia creativa de futuros sociales y organizacionales, acorde con las exigencias que impone el comienzo del nuevo siglo[56]”.

La capacitación en cuanto a la producción y realización de programas radiales debe estar dirigida por profesionales de la comunicación. No se trata solamente de hacer una pequeña inducción o un taller y dejarlos a la deriva. Se necesita aplicar una pedagogía de la comunicación y hacerles un acompañamiento y seguimiento mientras logran con el tiempo superar las dificultades que generalmente se presentan cuando no ha habido una relación directa y permanente al medio radial.

En el campo de la producción y la administración, el docente Ibarra, “recomienda acudir a la Gerencia Moderna y Herramientas Gerenciales, aplicables a la producción de Medios de Comunicación para que haya una dirección eficaz hacia la producción y manejo de mass de tal suerte que se conviertan en agentes de cambio”[57].

“En primera instancia, cabe precisar que en el estudio de la Gerencia Moderna y las Herramientas Gerenciales, desde la disciplina de la Administración, debe acotarse la diferenciación conceptual entre Administración, Gestión y Gerencia, para lo que se propone el modelo circular concéntrico en el marco de los sistemas microorganizacionales”[58]. La Administración, que ha sido definida como “la ciencia encargada de los elementos teleológicos de la organización, es decir de la formulación de propósitos, cometidos, objetivos y principios corporativos, misión, visión, entre otros”[59]. Todos estos conceptos aplicados a las emisoras universitarias, son de vital importancia ya que permite a los Directores de Emisoras Universitarias trazar y definir un plan de trabajo; evaluar logros; proponer metas a corto, mediano y largo plazo; establecer manuales y poner en marcha acciones encaminadas a lograr una cultura hacia la identidad y el sentido de pertenencia del equipo de colaboradores.

Indica que dentro de estos niveles administrativos debemos igualmente, tener en cuenta a la Gerencia, “que es el arte encargado de los elementos deontológicos, esto es, de las actividades, herramientas y procedimientos, orientados a darle alcance a lo definido por la Administración. Es decir las acciones que vamos a acometer, la forma y los pasos a seguir, y finalmente, los elementos físicos y técnicos a utilizar. concepto de Gestión, es imprescindible dentro del modelo de gerencia moderna y muy importante aplicarlo en las emisoras universitarias, porque “es la técnica que le corresponde la coordinación, articulación y control de los elementos deontológicos, por lo que le corresponde la verificación, revisión, retroalimentación y adopción de medidas correctivas encaminadas a que la implementación guarde coherencia con la formulación de políticas”[60].
De acuerdo con estos planteamientos las Emisoras Universitarias deben ser manejadas con criterio de gerencia moderna, “las organizaciones, medios de comunicación, entidades territoriales y poblaciones no son ajenas a estos tres niveles de análisis enmarcados dentro de los sistemas microorganizacionales, dado que como entes sociales requieren de su estricto seguimiento en forma integral. No obstante hay que articularlos con la planeación, la organización (como práctica social), la integración, la dirección y el control”[61].

El docente Edgar Ibarra Ayerbe, señala que dentro de todo este contexto, “las Herramientas Gerenciales, juegan un papel preponderante. Las organizaciones, a lo largo de más de un siglo de evolución del pensamiento administrativo, que ha atendido a los cambios, tanto internos como de su entorno, han evidenciado una aceleración positiva en la formulación de herramientas y técnicas gerenciales que han buscado solucionar problemas coyunturales o estructurales, dar respuesta a su situación actual, proyectar o anticipar escenarios futuros, mejorar la eficacia de los gerentes y las organizaciones y otras de un listado inacabado. En general, la utilización de herramientas y técnicas es relativamente alta y está creciendo en todo el mundo y en todos los sectores especialmente en las industrias manufactureras, la química, la industria farmacéutica, el sector informático y las telecomunicaciones[62].

Edgar Ibarra, nos enseña que dentro de las Herramientas Gerenciales que se destacan por su alta utilización están: las definiciones de la misión de la empresa, las encuestas de satisfacción de los clientes, los estudios comparativos (benchmarking) y la calidad total. Algunas de estas podrían ser aplicadas en las Emisoras Universitarias:
Gerencia del Conocimiento: Herramienta que interpreta la convivencia de aprovechar el saber y la experiencia de los miembros de la empresa, espacio desde donde se cuenta con innumerables posibilidades de aprendizaje interno, razón por la que el conocimiento disperso en los trabajadores debe ser estructurado, gestionado y difundido, para ser puestos al servicio de la organización[63].

Modelo Malcolm Baldrige. Modelo de calidad y Premio Nacional de la Calidad Americano, que se basa en los criterios de liderazgo, dirección de la calidad de procesos, desarrollo y dirección de personas, planeación y estrategia de la calidad, información y análisis, satisfacción del cliente y resultados de calidad y operativos[64]. Benchmarking. Proceso sistemático y continuo para evaluar los productos y procesos de trabajo de las organizaciones que son reconocidas como representante de las mejores prácticas, con el propósito de realizar mejoras organizacionales[65].

Círculos de Calidad. Grupo pequeño que voluntariamente desempeña actividades de control de calidad en el trabajo, ejecutando continuamente sus labores, como parte de un programa de control de calidad, autodesarrollo, educación mutua, control de flujo y mejoramiento del trabajo en toda la empresa[66].

LA RADIO EDUCATIVA Y SU MARCO LEGAL

En concordancia con la legislación colombiana, las emisoras universitarias están clasificadas dentro de la Radio Difusión de interés público y tienen que obedecer a lo establecido en la Ley 74  de 1966, Decreto 1446 de 1995, y a lo dispuesto en la Constitución Política, artículos 67 y 70.

El numeral b,  del  artículo 3 del Decreto 1446 de 1995, que se refiere a la clasificación del servicio en función de la orientación de la programación se clasifica en Radiodifusión de interés público;  veamos:

“Cuando la programación se orienta principalmente a elevar el nivel educativo y cultural de los habitantes del territorio colombiano, y a difundir los valores cívicos de la comunidad. Para la evaluación del contenido cultural de la programación, se tendrán en cuenta los lineamientos establecidos en los artículos 2 y 5 de la Ley 74 de 1966 y 67 y 70 de la Constitución Política.

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Comunicaciones, apoyará las estaciones de radiodifusión sonora que de acuerdo con su programación sean catalogadas como de interés público. Así mismo, el Ministerio de Comunicaciones en el Plan Técnico de Radiodifusión Sonora en Amplitud Modulada (A.M.), atribuirá al servicio de Radiodifusión de Interés Público un canal de cubrimiento local restringido y operación diurna, el cual será asignado a través de licencia a las
Alcaldías Municipales para la gestión directa del servicio, de acuerdo con los siguientes criterios:

Se dará prelación a los municipios que no cuenten con el servicio de radiodifusión sonora.

Se asignará a los demás municipios del país, sujeto al cumplimiento de las protecciones contra interferencias objetables, dando prelación a los municipios de menor población y con mayores índices de necesidades básicas insatisfechas.

Radiodifusión Comunitaria: Cuando la programación esté destinada en forma específica a satisfacer necesidades de una comunidad organizada. Artículo modificado por el artículo 1o del decreto 348 de 1997”[67].

Así las cosas las emisoras universitarias adquieren mayor preponderancia no solo para difundir nuestros valores autóctonos, el potencial intelectual, las tradiciones, el talento y las diversas manifestaciones culturales;  si no haciendo aportes a través de la investigación, como también orientando  a las comunidades en las grandes transformaciones y en los nuevos retos que se imponen.

Para la evaluación del contenido cultural y educativo de la programación, se tendrán en cuenta los lineamientos establecidos en los artículos 2 y 5 de la Ley 74 de 1966, que señalan:  Por los servicios de radiodifusión podrán transmitirse programas  culturales, docentes, recreativos, deportivos, informativos y periodísticos.  Se entiende por programas culturales aquellos en que prevalecen manifestaciones artísticas o científicas; docentes, los dedicados a la enseñanza colectiva; recreativos, los destinados al sano esparcimiento espiritual; deportivos, los orientados a informar y comentar sobre los eventos de esta naturaleza; informativos (radionoticieros), los que consisten en suministrar noticias sin comentarios; periodísticos (radioperiódicos), los que utilizan modalidades de la prensa escrita como editoriales y comentarios de noticias o sucesos, con carácter ético o expositivo[68].

Todas estas disposiciones están soportadas en la Carta Magna que  señala: “Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la Educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos;  garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo”[69].

Por su parte el artículo 70 de nuestra Constitución indica que el Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la Educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional.

El Estado colombiano contempla en el artículo 67 de la Constitución Política, que la Educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social;  con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de cultura.

2.  CONCLUSIONES

Las emisoras universitarias no están respaldadas por un proyecto pedagógico que las sustenten, lo cual hace que su acción sea más divulgativa y desligada de la intencionalidad educativa, porqué está más empeñada como lo dice Kaplún, en la racionalidad instrumental que en la crítica pedagógica.

Lo anterior se sustenta,  en que por lo general, quienes están al frente de la realización y producción de programas, no son formados en el dominio pedagógico, o no han tenido la oportunidad de comprender que ellos están cumpliendo una alta función educativa, y que por lo tanto debe estar soportada en algunos fundamentos pedagógicos que deber ser conscientes y explicitados.

Debe haber un dialogo fecundo entre los Comunicadores Sociales y los Pedagogos,  a efecto de que la función del Comunicador tenga un componente pedagógico y que entiendan que los escenarios educativos, son diversos y que por lo tanto, la acción comunicativa es educativa,  y por ende los referentes pedagógicos deben hacer parte fundamental de ese proceso de formación.

En todo el ensayo argumentativo que he planteado se está exigiendo la necesidad de revisar a fondo la función del Comunicador para abrir unos espacios de dialogo multiculturales especialmente con la pedagogía crítica, con la etno pedagogía, con la pedagogía de la acción colectiva y la pedagogía de los derechos humanos que se podría dar por medio de diversos eventos.

Es importante que las Facultades de Comunicación Social y Periodismo de las Universidades del país, impulsen una formación en la pedagogía de la comunicación, teniendo en cuenta que es altamente educativa y que le da sentido y expresión a lo  que se dice y se hace.

Las emisoras universitarias manejadas con elementos pedagógicos pueden llegar a ser difusoras de conocimiento y promotoras de aprendizaje en la medida en que se generen espacios de interacción entre la comunidad estudiantil como una estrategia para construir conocimiento a partir del diálogo, el debate, el análisis y la reflexión.

BIBLIOGRAFÍA

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 [1] KAPLÚN, Mario. Comunicación entre grupos. Buenos Aires : Humanitas, 1990. p 2.
KAPLÚN, Mario. La Educación por la Comunicación.  Santiago de Chile. UNESCO : Orealc.
1992. p. 3.
KAPLÚN, Mario. Repensar la Educación a Distancia desde la Comunicación. Lima : 23 ed,
Felafacs. 1992. p. 7.
KAPLÚN, Mario. “Del Educando Oyente al Educando Hablante”. Lima : 37 ed,  Felafacs. 1993.
p. 8.[2] Ibid. p. 3.[3] Ibid. p. 4.[4] Ibid. p. 5[5] Ibid. p. 6[6] Ibid. p. 7.[7] BRUNER J. Acción, pensamiento y lenguaje. Barcelona:  Alianza, 1984. p. 3.
[8] KAPLUN, Op cit. p. 8.[9] KAPLÚN. Op cit. p. 11.[10] Ibid. p. 23.[11] Ibid. p. 32.[12] Ibid. p. 34.
[13] Ibid. p. 36.[14] Ibid. p. 38.[15] Ibid. p. 39.[16] Ibid. p. 41.[17] Ibid. p. 41.[18] PORTO, Tania María Esperon.  Aprendizagem escolar e televisão: uma experiência com a
Pedagogía da Comunicação em. Brasil:  5ª. ed. Grau, 1996. p. 12.

[19] Ibid. p. 13.[20] Ibid. p. 15.[21] Ibid. p. 15.[22] Ibid. p. 16.[23] Ibid. p. 17.[24] Ibid. p. 19.[25] APLUN. OP cit. p. 35.[26] Ibid. p. 24.

[27] INSTITUTO COLOMBIANO DE FOMENTO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, ICFES. Flexibilidad
y   Educación Superior en Colombia.  Serie Calidad de la  Educación Superior. Bogotá,
Colombia :  2ª  ed, Fondo Rotatorio. 2002. p. 28.

[28] COLOMBIA. LEYES, DECRETOS. Decreto 808 del 25 de abril de 2002 del Estado Colombiano.    “Unidad de medida del trabajo académico de los estudiantes. p. 3.

[29] KAPLUN. Op cit. p. 54.[30] Ibid. p. 57.[31] ARCOS, Rivas Arleison.  La Emisora Escolar: Instrumento de  Visibilización del Sujeto Jóven.
Medellín, Colombia. 2003.[32] COLOMBIA. CONSTITUCIÓN. Constitución Política de Colombia. Bogotá: Legis, 1991, art. 67. p    70.

[33] BERNAL, Alarcón Hernando.  “Educación Fundamental Integral”, Teoría y aplicación en el caso    de Acción Cultural Popular. Bogotá :  2ª ed,  Talleres  Acción Cultural Popular.  1978. p. 15.
[34] ARIZTIZABAL, Arnoldo, “El Auxiliar Inmediato de Acción Cultural Popular en su Papel de Agente    Educativo. Bogotá, Colombia : 2ª  ed, Talleres Acción Cultural Popular. 1978. p. 17.

[35] ARCOS, Op cit. p. 54.[37] Ibid. p. 4.[38] Ibid. p. 5.[39] Ibid. p. 6.[40] Ibid. p. 6.[41] Ibid. p. 7.
[42] Ibid. p. 8.[43] Ibid. p. 9.[44] Ibid. p. 10.[45] Ibid. p. 11.[46] Ibid. p. 12.[47] Ibid. p. 14.[48] Ibid. p. 15.[49] Ibid. p. 16.[50] Ibid. p. 17.[51] Ibid. p. 18.

[52] ARCOS. Op Cit. P.  33.[53] Ibid. P. 34.[54] Ibid. P. 35.[55] Ibid. P. 36.
[56] IBARRA, Ayerbe Edgar. Gerencia Moderna y Herramientas Gerenciales. Bogotá Colombia :    Impresión Gráfica y Digital. 2004. p.  2.
[57] Ibid. p. 4.[58] Ibid. p. 7.[59] Ibid. p.10.[60] Ibid. p. 11.[61] Ibid. p. 13.[62] Ibid. p. 17[63] Ibid. p. 21.[64] Ibid. p. 24.[65] Ibid. p. 26.[66] Ibid. p. 28.[67] Ibid. p. 31.[68] COLOMBIA. LEYES, DECRETOS, ETC.  Ley 74 de 1966[69] COLOMBIA. CONSTITUCIÓN. Op cit.


1 comentario:

  1. En mi caso ha sido en la plataforma de Youtube donde he podido encontrar una clase de dinamismo parecido al que se plantea en este articulo, en donde canales como math2me o julioprofe, formulan un método de enseñanza, pero a su vez, están abiertos a recibir comentarios y tratar de ajustarse a las necesidades de aquellos a quienes se les dificulta aprender matemáticas.

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